Situada en un lugar incomparable de naturaleza, Tossa está rodeada por montañas, bellas playas y calas. Hay un recinto amurallado con torres medievales. Además se conserva la Vila Vella con sus antiguas calles y casas centenarias de piedras. Todo eso forma un conjunto histórico único y evocador del medievo catalán.
La Platja Gran tiene arena dorada con una longitud de unos 400 metros rodeada por cafés, heladerías, restaurantes, tiendas y pequeños hoteles. Al sur de la playa está el magnífico castillo con las murallas de la villa medieval. Y al norte, se encuentra la Platja Mar Menuda, más pequeña y rocosa.
Mi playa favorita es Es Codolar, una pequeña cala cerca del castillo y alejada de las otras playas. Hay buen ambiente. Un chiringuito ocupa un lado de la playa. Y la cala rodeada por rocas ofrece un cielo azul tranquilo perfecto. Suelo pasar horas disfrutando del entorno natural y la tranquilidad de la cala.
Y de noche Tossa parece un espacio mágico. Hay un faro en el monte, y el castillo con sus luces ostenta un aspecto mítico, el espacio sobreviviente de una historia pasada.
Finalmente, si puedes, debes bajar a la playa para ver el amanecer. Es un momento espectacular. Merece levantarse uno a la hora crepuscular para presenciar la salida del sol y ver la brillantez de la aurora.
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