Nuestro viaje a Girona ayer fue muy divertido. Viajamos en tren y el viaje fue tranquilo. La ciudad era menos turística de Barcelona y me gustó la población más pequeña. Me encanta explorar espacios sagrados, y fue muy gratificante ver tanto la catedral y una iglesia. El ambiente era muy diferente a la bulliciosa naturaleza de Barcelona. Necesitaba un descanso del ajetreo de la ciudad de Barcelona. También probé churros por primera vez. Vi cómo se preparan y disfrutamos del sabor. Espero poder volver a Girona en el futuro, porque espero aprender más sobre el clima político. Me besó el león de la ciudad, por lo que tiene que ocurrir.
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